lunes, 28 de diciembre de 2020

NASCIMENTO

Desde que existe Twitter, no gana uno para sustos. Los líderes publican sus sesudas tesis (largo es el camino del arte) y luego levantan polvareda, se retuitean y se citan en los telediarios. Ya podrás querer ignorarlo, que lo encuentras hasta en la sopa. Hoy le toca el turno a una tal Sandra Gómez, vicealcaldesa de Valencia, militante del Partido Socialista Obrero Español.
Decía Churchill que no puedes salirle al paso a cada perro que te ladra. Es un principio valioso para el columnista de opinión. Hay que decidir a qué se le da importancia y a qué no. A mí este ladrido me ha tocado las narices.
El tuit (aguijonazo, como lo llama Dragó) tenía que ver con la Virgen María. La inspiración no era otra que el "ismo" despatarrado de algunas féminas. Como hay tanto barullo ideológico, no me siento autorizada a llamarlo feminismo. La cargo público de la que hablo, en todo caso, pretendía ser reivindicativa. Dicho esto, la pregunta es: ¿reivindicativa de qué y con qué fin? Deduzco que de alguna clase de oligopolio. Con estos ramalazos de rabia incontinente se ensalzan como diosas todopoderosas. No les gusta el poder, pero sí el empoderamiento.
No voy a repetir aquí las palabras de Sandra Gómez. Utiliza un término que detesto y que escribiré al revés, para ahorrarme el sonrojo. Desea que, y cito, "la Navidad sirva para que nosotras también recordemos cuánto vale nuestro oñoc. En el cartel ilustrativo se puede ver a la Virgen pariendo, gráfica y explícitamente. La susodicha ignora el útero (verdadero claustro materno) y prefiere el oñoc. Es muy habitual este baile terminológico: el niño está en la tripa, en la barriga, en el vientre. Soberanas de un cuerpo que tan mal conocen.
No sé cuál es el poder del oñoc, honestamente. Ni siquiera sé a qué parte de la anatomía femenina se refiere. Pasa lo mismo con palabras como colon y culo. A saber... Se nace también por cesárea. El caso es que las mujeres son omnipotentes porque hasta Dios nació de un oñoc. Pasma que estas anticlericaloides se detengan en la historia sagrada. Además es Jesús quien viene al mundo y no Dios padre. Se nota que falla mucho la base académica.
Después de darle vueltas, mi conclusión es clara: la vicealcaldesa se ha tomado la virginidad de la Virgen al pie de la letra. En la concepción del niño Jesús no hay intervención de varón. San José es compañero de fatigas, pero no de cama. Que el espermatozoide sea imprescindible para la creación de un nuevo ser, es lo de menos. La existencia de la Virgen refuta el heteropatriarcado. No le cabrea el "parirás con dolor" porque ya existe la anestesia epidural. La dilatación del oñoc es un milagro, se mire por donde se mire. María es una maquinaria perfectamente diseñada y se basta y se sobra. El arcángel San Gabriel es un buen amiguete, como mucho. Después de montar el lío, ella misma se queja: ¡vaya polémica absurda en pleno siglo XXI se ha generado por esta imagen! 
No se agota el gusto de algunas mujeres por abrirse en canal en público. Lo enseñan todo, excepto el poder de sus neuronas. Siguen cargando con una maternidad solitaria, como sus bisabuelas abandonadas. Se desangran con mucho orgullo. El cartel es desagradable, perturbador, improcedente. Diría lo mismo, aunque la parturienta fuera otra. El velo del pudor no nos convierte en hipócritas puritanos. La vicealcaldesa apela a "la naturalidad" jugando a la blasfemia pueril.
Dar a luz al mismo Dios es un hecho sobrenatural, no natural. En tal caso, eso solo sucedió (es un decir) una vez, ¡solo una! El resto de las mujeres (y la totalidad de los hombres) son vírgenes hasta que dejan de serlo. La vicealcaldesa está hecha un lío. Todos los mortales nacemos de padre y madre. Incluso el monoparentalismo voluntario precisa de otra célula. El origen de la vida también reside en el núcleo del espermatozoide. Deberían estudiar más y tuitear menos. 

 

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