martes, 13 de octubre de 2020

NO ES PAÍS PARA VIEJOS


 No puedo dar una cifra porque el gobierno no ha sido capaz de darla. Se habla de 55.000 muertos, pero no oficiales. Esta nueva enfermedad llamada Covid 19 siente preferencia por las personas de más edad. A partir de los 59 años la probabilidad de que te mate crece exponencialmente. 
He visto cómo España lloraba por nuestros mayores (¡ingenua de mí!) y casi me lo he creído. Algunos exaltaban la heroicidad vital de una generación que había levantado el país y que se iba en soledad y sin aliento. Muchos son sinceros, claro que sí, además de conscientes: están en la franja de edad de tantos que nos han sido arrebatados. Entre los cincuenta y los sesenta el Covid ha matado a un buen número de compatriotas. También a unos cuantos menores de cincuenta: deportistas, policías, enfermeros, periodistas, políticos. Por respeto omitiremos aquí identidades célebres.
Son, en términos generales, los transeúntes de la transición. Algunos eran muy jóvenes entonces y otros fueron sus arquitectos. Cientos de miles se pusieron a buen recaudo con la muerte en los talones: eran (y son) población de riesgo.
El caso es que la verdad se manifiesta de forma indirecta, casi siempre. Ha vuelto a ocurrir hoy mismo. Hace apenas unas horas la plataforma Libres e Iguales ha hecho público un vídeo. Su objetivo: un apoyo a la monarquía constitucional en la persona, claro está, de Felipe VI.
Libres e Iguales tuvo (y tiene) una vocación de transversalidad. Sus puertas están abiertas sin que se exija un salvoconducto o pasaporte. Para defender lo que consideran fundamental, el espectro se amplía al máximo. Para lo que se pretende, ser izquierda o derecha es (como dijo alguien) una de tantas formas de ser imbécil. 
En el vídeo aparecen personas de perfil variopinto y ganado a pulso. Desde el jurista Sosa Wagner (ex-eurodiputado por UPyD) hasta el economista Daniel Lacalle, pasando por el socialista crítico y ex-ministro de interior, Javier Corcuera. Se puede ver a Maite Pagazaurtundua (también ex-socialista y hoy eurodiputada) a cuyo hermano Joseba asesinó ETA descerrajándole cuatro tiros en un bar de Andoáin. He reconocido a un brillante columnista como Ignacio Camacho y a la periodista catalana Anna Grau. Participan Jon Juaristi, Fernando Savater, Joseba Arregi, que fue consejero con el PNV, aunque de eso hace ya mucho tiempo. Comparece, cómo no, Cayetana Álvarez de Toledo, y hasta una aguerrida Belén Estéban (princesa del pueblo), cerrando la emisión el premio Nobel Mario Vargas Llosa. Podría seguir citando, ¿por qué no? Albert Boadella, la académica Carmen Iglesias, Elvira Roca. Se puede ver a Joaquín Leguina, a Page, a Moreno Bonilla, del PP. La frase más brillante: porque nunca una república fue más sectaria ni un rey más republicano.
No es la primera vez que digo que a mí la república no me asusta. Cuando vivía en el País Vasco, tenía Francia a media hora y ahora tengo Portugal a otra media. Dos repúblicas como dos soles. La diferencia es que tienen izquierdas patrióticas y saben que las elecciones puede ganarlas la derecha. En España aturden los republicanos de cóctel molotov. No es mala uva: son instigaciones del vicepresidente segundo. Conceptualmente serían los replicantes de la II República con cien años de retraso. En nombre del Frente Popular, que se calle todo cristo...
El llamado "régimen del 78" fue una obra colosal de ingeniería de nuestros mayores. Tuvieron que medir muy bien el estrés de los materiales. Pero tiene detractores absolutos entre gente muy crecidita y partidarios entre gente muy joven. Ahí están, un demoledor García Trevijano y un entusiasta Jano García, que apenas ha cumplido los 31.
Y ahora volvamos al vídeo y a los comentarios que suscita. Hay muchos viva el rey (y también viva la república), pero luego están los llamados haters. Y digo haters porque son odiadores al margen de su causa. Señores: la república no se defiende así. He recogido algunas perlas con captura de pantalla. Veamos cuánto apreciamos a nuestros abuelos e incluso padres. A mí, sin ir más lejos, ya me tirarían al contenedor de la basura. Mi edad aparece como frontera de incapacitación.
Ángeles Llopis dice (y transcribo textualmente): "A ver si sacamos la media de edad y se nos queda en 60 o 70 años, y unos cuantos evasores fiscales, corruptos y chonis, flaco favor a la monarquía". Marendins 1 añade: "quantas pérdidas de orina durante la grabación del vídeo? Sanako.o escribe: "Edad media 80 tacos...que poco os queda". Alex incide: "cuanto viejuno repetio, a quien coño le están hablando?" Ángel Caído sigue: "La media de edad que es 100 años. Señores estamos en el siglo XXI" Dani Carbonell le da la razón: "vivan los jubilados!". Komanche se anima y aporta otra perla: "venga, momias del R78, al asilo, vuestro siglo ya ha pasado..." Coco Noballnofun da la puntilla: "Este video evidencia la decadencia de la monarquía. 15 minutos de vídeo, edad promedio 57 años".
El pobre Joseba Arregi hace su alegato en euskera y en castellano. No es el único, ¡gora erregea! También se dan vivas al rey en catalán, pero no sirve de nada. Viejo eres y en polvo te convertirás. Hay que decirles a esos pipiolos que la edad es un trastorno transitorio. Si tienen veintitantos o treinta, en menos de lo que canta un gallo estarán donde yo estoy. Tendrán que oír cómo sus hijos les dicen calla, papá, que no tienes ni idea, o, qué facha eres, mamá. Eso, si no padecen incontinencia verbal, que no urinaria. Es el caso del Bloque Nacionalista Gallego. En un cartel se puede leer: Monarquía, represión, exército, pasado, todo unido. En el otro lote está la República, dereitos, democracia, futuro. Y digo yo: el futuro, si es, es cosa de todos. Nos la estamos jugando, los de treinta, los de cuarenta, los de cincuenta, los de sesenta. El problema está en el pasado, sí, por la forma en la que nos lo cuentan. La propaganda del BNG es pasto para gente que apenas ha salido del parvulario.
España, como se ve, no es país para viejos: una paradoja, pues somos un país muy envejecido. Renunciar a la experiencia acumulada y a la prudencia es un suicidio colectivo. Por cierto, Inocencio Arias dijo viva el rey, y lo dijo dos veces. Albert Rivera había enseñado la patita, al menos en este punto. Se dejó llevar por el espejismo de la "nueva política" de un decimonónico Pablo Iglesias. Había nacido en democracia y, por tanto, era demócrata homologado. Sobre el resto se cernía la sombra de la duda.
Para acabar citaré a un tal Fernando Muñoz, odiador de oficio. Le divierte decir: "pollaviejismo on fire". Juan Marín pregunta: "¿por qué solo hay viejos?"  Josep Domenech ironiza: "Gente fresca, joven y dinámica". 
No lloréis, pues, a los que se han ido, ¡hipócritas! No eran más que carne tumefacta y maloliente. Echad sobre sus tumbas cal viva, ¡que los sepulte el olvido! Y como aves de rapiña, venid a por vuestra parte de la herencia. 

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