viernes, 3 de febrero de 2017

THE MUSIC BOX




No es raro encontrar, sobre todo entre las mujeres, un apego, (no sólo de tipo práctico), a las cajas vacías. Y es que las hay grandes y pequeñas, caras y baratas, antiguas o nuevas, incluso de música. Los hombres de cierto rango se servían, (a ellos mismos y a sus invitados), de sus preciosas cajas para fumadores. Las cajas vacías son como un mundo no creado: y dijo Dios, hágase...
Estaba yo practicando zaping, cuando, en El Hormiguero, veo a una conocida periodista presentando su último libro. Pablo Motos, que lo mostraba a las cámaras, sostenía entre sus manos un auténtico ladrillo. Como estoy en la onda, me dispuse a escuchar la entrevista: la autora se había empleado a fondo. Su editorial lanzaba un volumen fabricado con material de lujo, portada acolchada incluida.
Entre bromas y buen rollito, el conductor del programa le recuerda a la invitada que, además de periodista y escritora, es una de las más deseadas. Ella se ríe, cuenta alguna anécdota, como cuando un fan le pidió una dedicatoria nada más y nada menos que en la orilla de una playa.
No acabo de saber qué ha escrito. El tocho tiene su envergadura y merece, gustos a parte, un respeto. Pero mira tú por dónde descubro que es algo así como una caja, un libro que ella describe en términos de joya, en el que predomina la hoja en blanco, de papel de lujo, inmaculada.
Con las exigencias de una buena maquetación, en cada tres páginas hay tres frases, como mucho. Motos las llama microrrelatos y la autora juegos de palabras. Parece que los publicaba en twiterland y acabaron reunidos y editados. En el plató todo es muy distendido, el trato, por supuesto, y hasta la literatura.
Yo pensaba en todo el aparato que la periodista tiene a su disposición, prime time incluido. Intento entender de qué va esto y me pregunto hasta dónde vamos a jugar a las fruslerías. Después pienso que debe tratarse de la campaña del día de San Valentín. Aquí nadie da puntada sin hilo: regálele a su novia una caja preciosa, con un poquito de poesía.
Además es la chica del telediario. No es fea, sobre todo si se la mira de frente y bien maquillada. Otra como ella llegó a ser la reina de España, y eso deja su impronta.
No sé a qué precio sale el dichoso libro. En todo caso, no excederá los 30 euros. Siempre resultará más barato que un perfume, con la coartada del placer de la lectura.
 


2 comentarios:

  1. Amiga Chamadoiras cuenta Pio Baroja en sus memorias que un editor le dijo en una ocasión : " Este libro se puede leer. Tiene una cubierta atractiva, está bien impreso y bien cosido, tiene buen papel y tiene además colofón.

    .. pues hay libros que de ahí no pasan.
    Un abrazo.

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  2. ¡Menos mal que tenía colofón, Casimiro! ¡Aunque don Pío, sigue siendo don Pío! El caso al que me refiero, una antología de twits... ya es demasiado. Otro abrazo para ti.

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