miércoles, 28 de octubre de 2015

LA EDAD DE LA INOCENCIA

Si creyeron que nunca llegaría, el futuro se ha hecho presente. Se ha acabado la edad de la inocencia. Nos hacemos viejos a marchas forzadas, en forma de propuesta de resolución firmada y sellada.
De nada sirve el cuerpo a tierra o el refugio antiaéreo. No hay más trinchera que el amparo de las leyes. Estamos en ese instante preciso, en el punto de no retorno: o nos ponemos o nos suicidamos todos.
Hubo un tiempo en que lo consideraron un juego. Ahora ya no lo es. Cataluña está tomada por golpistas y expropiadores. Han seguido el guión lenta e inexorablemente.
Los del derecho a decidir tienen que estar descompuestos. Los hechos se producen por encima de su falacia. Con las cámaras disueltas y en plena campaña electoral aquí va a tener que retratarse todo pichichi. No estoy segura de qué me voy a encontrar.
Demasiado tiempo dando chance y demasiados equidistantes. A este despropósito han contribuido los peores humoristas. No existía más plan A que el de Artur Más y Junqueras. A Inés Arrimadas le toca demostrar su músculo.
Se oyen voces comprometidas y alguna portada incomprensible. Legalmente todo está previsto, pero lo consideran difícil. De tanta chanza cutre sobre los tanques y la cabra en Cataluña el artículo 155 se confunde con el toque de queda o el estado de sitio. Es exactamente al revés.
Los que se dejaron la piel en esto han pagado su valentía con creces. Muchos exiliados tiene ya nuestra democracia. En medio de la disputa por el gobierno aún tenemos presidente. Vamos a ver cómo le responden los nuevos Boy scouts.

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