AL PAN, PAN.

Agua por San Juan quita vino y no da pan. Julio caliente quema al más valiente. Septiembre, o seca los ríos o se lleva los puentes. Octubre vinatero padre del buen cuero.

No es lo mismo predicar que dar trigo. Escribano, puta y barbero pacen en un prado y van por un sendero. Espérame sentado, que de pie te vas a cansar. Escrita la carta, mensajero nunca ha de faltar.

Jarabe de pico a muchos ha hecho ricos. Jorobas y manías no las curan los médicos. Más vale tarde que nunca, aunque la cabra siempre tira al monte. Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como.

No hay plazo que no llegue ni deuda que no se pague. A la tercera va la vencida pero a más años más desengaños. No por mucho madrugar amanece más temprano. Zamora no se ganó en una hora.

Cada maestrillo tiene su librillo. Desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano. Cría buena fama y échate a dormir. Críatela mala y échate a morir.

Dicen que entre sastres no suelen pagarse las hechuras. Envidia, ni tenerla ni temerla. Palabra dicha no tiene vuelta. Palabra de mujer no vale un alfiler.

Si dices verdades pierdes las amistades. Entre todos la mataron y ella sola se murió. Haceos miel y os comerán las moscas. Para Dios no hay nada oculto.

No hay rosas sin espinas, cada loco con su tema. Mientras hay vida hay esperanza, y el pan con sudor sabe mejor. Escribe antes que des y recibe antes que escribas: no ofende quien quiere sino quien puede.

De noche todos los gatos son pardos. Del dicho al hecho hay mucho trecho. A todo cerdo le llega su San Martín. Agua pasada no mueve molino.
El buen paño en arca se vende. A buen entendedor palabras sobran. El mejor escribano echa un borrón. El que algo quiere algo le cuesta.
El que mucho ofrece, poco da. El que no llora, no mama. El que no se consuela es porque no quiere. El que mucho abarca poco aprieta.

El que tiene padrino se bautiza. El que vive de favores sirve a muchos señores. En el país de los ciegos el tuerto es rey. En la variedad está el gusto.
El que ríe último ríe mejor. Tanto monta monta tanto. El que calla otorga y el que espera, desespera. No hay dos sin tres.

No es oro todo lo que reluce. No hay mal que por bien no venga. Al perro flaco todo se le vuelven pulgas.  A lo hecho, pecho.

No hay peor sordo que el que no quiere oír. Vaya lo comido por lo servido. La venganza se sirve en plato frío. Consejos vendo y para mí no tengo.
Cada uno en su casa y Dios en la de todos. ¿Dónde vas, Vicente?, donde va la gente. Al pan, pan y al vino, vino. Si calla el cuco, llora el santuco.

Dentro de cien años todos estaremos calvos. El muerto se va al hoyo y el vivo se come el bollo. Haz bien y no mires a quién. Cree el ladrón que todos son de su condición.

Al enemigo que huye ponle un puente de plata. Que te diga de qué presume y dile de qué carece. Contra el vicio de pedir está la virtud de no dar. No es tan fiero el león como lo pintan. 

A la vejez, viruelas, pero los últimos serán los primeros. Quién te ha visto y quién te ve. Cuando el diablo no tiene que hacer mata moscas con el rabo. Santa Rita Rita, lo que se da no se quita.