jueves, 19 de noviembre de 2020

PERSPECTIVA SUI GÉNERIS.


Hay que ver qué mal bicho es Adriana Lastra. Adelanta el maxilar inferior, cada vez que contesta a una pregunta solo ligeramente incómoda. La conocimos en La Sexta, hace años, cuando participaba en el debate. Afirma sin asomo de dudas que "si te topas con una buena persona, esa persona es socialista". Parecía, (y solo parecía) ingenua y muy dispuesta. Parecía (y solo parecía) la hija de tu vecino. Ahora que está en la cúspide (¡quién se lo iba a decir!), se muestra tal cual es: lobo con piel de cordero. Punto.
No escuché la pregunta, pero la deduje por la respuesta. Algún periodista que aún se atreve, le señalaba el descontento que manifiestan un buen puñado de socialistas. Para contar los escandalizados, se precisan más de dos manos: además de Corcuera, han hablado Felipe González, Alfonso Guerra, Leguina, Ibarra, Paco Vázquez. El caso es que aún hay más: Lambán (Aragón), Page (Castilla-La Mancha) y Fernández Vara (Extremadura). Son presidentes en activo, pero a Lastra eso no le importa. Es tan arrogante como su jefe, tan sectaria como sus socios y está tan cómoda en el poder como su amigo Rufián. Con una sonrisita torcida sentencia que respeta mucho a sus mayores pero que ahora, y cito textualmente, "nos toca a nosotros". 
Les toca a ellos, sí, y para desdicha de tantos. Son el gobierno de la nación y eso va a misa. Lo que no dice es qué hacen, ahora que es su turno. Su colega Ábalos (una especie de chico de los recados) considera más responsables a los de EH-BILDU que al PP. El motivo no es otro que el apoyo a los presupuestos. Presumo que debe uno apoyar solo aquello que considera mejor para su país. El apoyo de estos destructores es mala señal, aunque fuera a cambio de nada. Negar el apoyo, por contra, puede ser un acto de responsabilidad patriótica. 
Se habla previo pago del acercamiento de presos, pero no es una novedad. Para ser precisos (y hay que serlo) diremos que ha sido un flujo constante. Tampoco podemos omitir que no hay suficientes plazas en las cárceles vascas: ETA hizo saltar el ratio de la población reclusa por los aires, y nunca mejor dicho. Quizá algunos se consideran presos de lujo. Como son patriotas vascos que van a liberar Euskal-herría...Entonces trasladamos a un raterillo heroinómano de la cárcel de Martutene a una de Zaragoza o Sevilla. Que ocupe su puesto el etarra, con homenaje incluido. 
Hay periodistas contemporizadores que nos recuerdan los acercamientos con el Partido Popular. Quieren convencernos de que nada distinto hace el gobierno Pedro-Pablo. Habrá que recordar las políticas de fondo, como la Ley de Partidos de José María Aznar: aplicándola, la Herri Batasuna de entonces quedó ilegalizada. Eso significa que ya estuvieron en las instituciones, (se equivoca la hija de Lluch), mientras ETA asesinaba a mansalva. En el año 1989 HB tenía cuatro diputados en el Parlamento. Después de la ilegalización, sobrevino un período de calma, contra todo pronóstico. Hasta que en un cambalache de metamorfosis el Tribunal Constitucional legaliza a la vieja Sortu en 2012.
Esto no va, pues, de acercamientos o no. Aquí nos jugamos el desplome moral definitivo de la sociedad española. Arkaitz Rodríguez declara que van a Madrid "a tumbar definitivamente el régimen a favor de las mayorías y los pueblos". Es un discurso delirante, mesiánico, que autorizan, sin ninguna duda, los adalides del gobierno. Esta es la trayectoria que desconoce (o finge desconocer) Adriana Lastra. Tiene 41 años y página de Wikipedia. Ha ostentado carguitos, cargos y ahora un puestazo. Con sonrisa maligna humilla a los venerables de su partido.
En el otro lado de la barrera está Antonio Manuel Álvarez. Solo tiene un año más que la vicesecretaria general del PSOE, nacida en el mismo pueblo asturiano que la reina Letizia. Se le conoce como Pitingo a este medio gitanillo guapo, de sonrisa franca y luminosa. Es un genio de la música e hijo de guardia civil. Él mismo cuenta que vivió su infancia escondiéndose. No podía decir que su madre era gitana ni a qué se dedicaba su padre. Vivió en casas cuartel y salió adelante tocado por el talento. Hace unos días reventó en twitter, porque ya no podía callar más. Es, ni más ni menos, la voz de la poca dignidad que nos va quedando. Es también ese "pueblo" del que habla el parlamentario de BILDU. Les ha faltado tiempo a los progres y a los hipócritas bienpensantes para llamarle "gitano de mierda". Ya sabemos hasta dónde combaten el racismo y la xenofobia. 
Dice Alfonso Guerra estar más lejos de EH-BILDU que del PP, sin comparación posible. No agradeceremos el apoyo a unos presupuestos, como si eso sirviera para lavar la sangre de las calles. La llamada izquierda abertzale afirma que existe un conflicto con el estado y que ETA mató porque era lo que tenía que hacer. Ahí radica la diferencia, entre la sonrisa de un hombre bueno y la de una mujer que no lo es tanto.

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