sábado, 23 de septiembre de 2017

PACTO DE SANGRE

Quién iba a decir que Joan Tardá pensaba que España es una democracia moderna y avanzada. Tienen razón los que dicen que a la verdad se llega, muy a menudo, de forma indirecta. Hay que dejar desahogar a los protagonistas y escucharlos bien. Cuanta más cuerda se les da, más se ahorcan.
Me toma por sorpresa porque al diputado de ERC lo he seguido en muchas sesiones parlamentarias: que si la ley "mordaza" acababa con todo, que si el franquismo redivivo en el Partido Popular. Descrita por él, España parecía un inmenso cementerio, (por mor de una jefatura militarizada), bajo cuyas tierras infértiles yacen abandonados miles de seres a los que se les niega una triste misa.
Afirmaba hace unos días en rueda de prensa que "nunca creyó que se llegaría a ésto" en una democracia como la nuestra. El "ésto" al que se refiere, supongo, es la neutralización en muchos frentes del síndrome referéndum y la llamada a declarar a unas cuantas personas, nada menos que por un juez. Se diría que la democracia que anhela Tardá es aquella en la que existen ciudadanos con derecho a la inmunidad, a la impunidad y a la carta blanca para todo. En la República catalana independiente que gobernaría, el interlocutor legítimo de ese juez del TSJ sería una masa coreando consignas.
Votar se ha convertido en una especie de invocación tribal, de absoluto. Es ya una obsesión, un delirio, un espejismo. Exigen el derecho a votar hasta los menores de edad. Se oye por todas partes ¡sólo queremos votar! Dicho así, no tiene ningún sentido. No existe el acto de "sólo votar". Se vota algo y para algo y ese "algo" se asume y se afronta. Hemos visto llevar una urna en volandas, como si fuera el sarcófago vacío de una virgen blanca.
Sabemos muy bien hasta qué punto una "idea del mal" puede hacerse pandemia. La negativa de los estibadores a dar servicio a los Guardias Civiles lo pone de manifiesto. Hay quien me pide que los comprenda y hasta que los aplauda. Si mañana un guardia civil sufre un infarto, el médico de guardia tendría derecho a darle la espalda "en defensa de los derechos civiles".
Se señala el "incidente estatut" como el verdadero inicio de "las hostilidades". Zapatero prometió que lo dejaría limpio como una patena y lo hizo. Fue el mismo Tribunal Constitucional al que se encomienda Junqueras cuando le conviene, el que invalidó, ¡oh, escarnio!, en alguno de sus puntos, 14 artículos de un corpus legal ultrainflacionado.
Los independentistas van a rebufo de los acontecimientos, y no al revés. Ahora se señalan las intervenciones del juez como espoleta, pero meses atrás la "inacción" del presidente Rajoy no les detuvo, y se decía lo mismo. Qué fue de la Cataluña rica deberían preguntárselo a sus gobernantes autonómicos, ya en tiempos de Montilla. Gobernaba ERC: ellos mismos podrían sacarnos de dudas. La comunidad autónoma ha recibido 63.000 millones de euros, vía FLA, desde el año 2012. Si no están contentos con la financiación autonómica, no son los únicos.
No comparto la imagen, tan extendida, del "choque de trenes". Hablaría más bien de un barco fantasma y con bandera pirata. Aunque yo misma quisiera iniciar esa travesía, tendría que pensarlo: no tiene rumbo, lleva un patrón negrero y la mitad de la tripulación ha sido enrolada a la fuerza.
Todos los que acatamos vivir "dentro del franquismo rajonyano", (¡oh!), elegimos un mundo "sólo con ley". Pero la ley no es un látigo, la ley tiene espíritu. Si no se puede ser español por imperativo legal, (y nos juran que no se puede), contéstenme a ésto: ¿cómo se decreta "dejar de ser español" sólo por ley?
Señalarse en contra del llamado 1-O es ya un acto casi heroico en Cataluña. Unos lo hacen a título individual, pero otros creen que la unión hace la fuerza y se adhieren a un manifiesto. La gama abarca desde la Societat Civil Catalana hasta un grupo firmante que se autodenomina "de izquierdas". Las exposiciones de motivos conjuntas suelen incluir varios puntos: o los suscribes por entero o pasas por alto alguna falla. Algunos grupos, pues, son inclusivos, otros son excluyentes: añaden ese tipo de digresiones que sirven de paliativo moral para los verdaderos delincuentes. Aquí, nos dicen, "no sólo se trata del 1 de octubre". Entonces, tristemente, empieza lo que yo llamo "la estratificación del mal".
Si quiero firmar, tengo que acatar el lote entero. Si no deseo definirme como "de izquierda" es porque no les reconozco superioridad moral ya de entrada. Mi adhesión sería entendida como un oportunismo aporreador del independentismo, para exonerar, de paso, a Rajoy, y añado, de cualquier delito, del MAL.
La misma Manuela Carmena perdió pie en un plató de televisión. A la alcaldesa "todo", (todo lo que no le toca resolver), le parece muy fácil. ¡Diálogo, señores!, ¡diálogo!, recomendaba. Ella misma tiene trato a diario, (y no puede reprimir un respingo delator), con esa gente del PP.
Uno demuestra que no se casa con nadie cuando está dispuesto a casarse con cualquiera. Cualquiera que arrime el hombro en esta gran familia de 50 millones de seres. Es duro toparse una y otra vez con esta obsesión por desinfectarse en forma de limpieza pública. Al parecer, los ilustres miembros de ciertos clubes de moda considerarían contagioso mi pobre culo.
Frente a la sede de la Asamblea Nacional Catalana se convocaron defensores de la unidad de España a calzón quitado que no representan a nadie. En frente, se apostaron ciertos independentistas, que están a su altura, y todos parecían dispuestos a todo. Aquí sí hay simetría, y no entre Puigdemont y Rajoy. Mónica Oltra, que no distingue entre ambos, les pide encarecidamente que den "dos pasos atrás".
Ya en recinto universitario, Tardá arengó a 3.000 estudiantes. A mí me daba pavor que el segundo piso del claustro se desplomara. Son chicos estupendos, de la generación Erasmus. Son muy viajados, y leídos, y jóvenes. Todo lo que supieron gritar fue ¡vote!, ¡vote!, ¡vote!, ¡español el que no vote! Es a ellos a quienes el diputado les pedía un pacto de sangre. Pasaba por encima de sus padres, en nombre de sus padres. El pacto era: ¡O República independiente catalana, o traición!

1 comentario:

  1. Ya te digo,igual que borregos adoctrinados, yo no se lo que conlleva votar. (((PERO VOTO))pobres ignorantes...muy bueno tu articulo Fátima. Josefa..

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